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Lucas dejó escrita una obra en dos partes, tradicionalmente llamadas Evangelio y Hechos de los Apóstoles. El presente libro es un ensayo de interpretación del texto de la primera parte de su obra, que por razones obvias llamo “El Evangelio de la misericordia”. Este bien merecido título no significa que la misericordia sea una novedad de Lucas, sino que en este escrito recae en ella el acento. Esto no significa que sirva Lucas unos cuadros empalagosos y sin garra. Él, como el primero, presenta la radicalidad del evangelio y, en un mundo de antítesis, Dios toma partido por los pobres y desgraciados. Jesús aparece aquí como la justicia misericordiosa del Padre, que en él se revela. Desde los pobres se proclama el evangelio. Nadie que haya leído las parábolas del perdón o escenas como la de la pecadora y el fariseo o la plegaria de Jesús por sus enemigos que le crucifican podrá olvidar esas páginas. Pero es desde su mismo lenguaje conciliador y armonioso desde donde se nos muestra especialmente la misericordia evangélica, que reviste la forma de crudo desenmascaramiento cuando se dirige a los responsables, a los carentes de piedad, a los explotadores. Su obra comienza en el clima de la Antigua Alianza, con el evangelio de los orígenes. Las historias de Jesús y de Juan se entrecruzan desde su concepción hasta la presentación de ambos, ya adultos. Lucas presenta la primera parte de la actividad de Jesús, tomada esencialmente de Marcos y de otra fuente que llaman "Q". Pero es especialmente personal la marcha hacia Jerusalén, donde vemos a Jesús alternativamente con los fariseos, el pueblo y sus discípulos, con una hoja de ruta más teológica que geográfica, desarrollando una actividad que sabe sintetizar muy bien en un poderoso esquema. Los sucesos transcendentales de la Pascua culminan la primera parte de la obra y en ellos ha sabido poner también su sello indiscutible.

02- La obra de Lucas. I El evangelio de la Misericordia

SKU: 9788412300512
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  • BENITO ACOSTA:

    Nació en Zalamea de la Serena (Badajoz) el 14 de marzo de 1937, en plena guerra incivil.  El año 1952, entró en el Seminario Diocesano de San Atón. Se ordenó el 7 de abril de 1962 y su primera misión fue la de coadjutor de Aceuchal. Allí la gente más humilde le enseñó unas páginas de teología que no estaban en los libros. Fue después párroco de una pequeña aldea de la zona que había sido portuguesa, Táliga, donde los pobres le siguieron enseñando teología. Tras una estancia forzada en Melilla, fue párroco de La Morera, un pueblo pequeñito, donde pudo conocer a cada habitante, casa por casa, por su nombre. Se incorporó a la diócesis de Málaga, como párroco de Mollina, que fue para  él como estrenar su ministerio, con la alegría de contar con un equipo magnífico de compañeros. El pueblo siguió siendo su gran maestro, junto con el Evangelio. Después de diez años en Villanueva de Algaidas, pasó un largo tiempo en una barriada humilde de Málaga ciudad, Granja de Suárez, una parroquia muy peculiar. En este tiempo tuvo la oportunidad de publicar bastante material del que había ido trabajando desde que se ordenó, escrito fundamentalmente de noche, en las horas en que podía trabajar más tranquilo. Actualmente, sus mayores satisfacciones provienen de un trato muy cordial con nigerianos, donde encontró una gente encantadora de fe sencilla, de los que ha seguido aprendiendo mucho cada día. Actualmente está jubilado y vive en una residencia de ancianos.

  • 754 PÁGINAS

    TAMAÑO A5

    ENCUADERNACIÓN RÚSTICA.

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