Es una cuestión bien conocida por los heraldistas que las administraciones suelen tratar mal a su disciplina. La ignorancia general sobre esta materia es su mayor desventaja. Trasladado a la localidad de Olivenza, el ejemplo se repite. 
A finales del siglo pasado se inició un expediente para adoptar una bandera, de la que carecía el municipio. Se aprueba una propuesta, basada en un informe extranjero que usa normas modernas propias, sin respetar la historia. 
De paso, y sin necesidad, se sustituye el escudo heráldico, cuando la localidad ya contaba con uno históricamente utilizado durante al menos doscientos años.
El expediente está lleno de irregularidades, y su publicación de errores. Estas circunstancias hacen que en la actualidad se esté utilizando una heráldica local que nada tiene que ver con lo realmente aprobado en su día y que provoca multitud de fallos en su uso cotidiano.